Chiapas se convirtió en el hazmerreír nacional. La negativa de la población de 40 años en adelante para vacunarse se convirtió en nota nacional desde el viernes, se mantuvo el fin de semana, y aún persiste en la memoria colectiva del país.
Decenas de sillas vacías, módulos abiertos pero sin usuarios, así se apreciaron los centros de vacunación en Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, no es culpa del gobierno federal, ni estatal, cuidar de la salud es responsabilidad de cada persona, y el negarse a vacunarse para salvar la vida, solo habla de la grave ignorancia que impera en la entidad.
La estrategia de dos por uno, de prácticamente acudir con dos adultos de 40 años, y el acompañante de 18 los 39 años pueda vacunarse, no ha tenido el éxito deseado. Es doloroso ver como la vacuna, la que pueda salvar vidas es vilipendiada por los chiapanecos.
Lo grave será cuando los rebrotes se registren en Chiapas, ahí cientos, miles de chiapanecos correrán de nuevo a los hospitales, volverán a saturarlos, no habrá camas suficientes, respiradores artificiales, ni medicamentos para atender a la población, además, las autoridades deberán implementar otro cierre masivo de espacios deportivos, recreativos, de negocios no indispensables, así como el cierre del centro de la ciudad, la economía volverá a verse afectada, volverán los despidos, y se agravará aún más la ya endeble situación económica.
La catástrofe se aproxima, se puede evitar si los chiapanecos, los tapachultecos, los tuxtlecos, los comitecos, los coletos, los huixtlecos, los turulos y todos los paisanos chiapanecos se vacunan, no solo salvarán su vida, también salvarán la economía.
Si usted gusta de “su santo trago”, vacunarse no está contraindicado, puede hacerlo al tercer día, y después acudir a su botanero predilecto a comer su costilla de cerdo, su carraca, o su camarón seco, además, si acude a esos centro de diversión, acuda también a vacunarse, recuerde que “el que tiene buen gusto, también tiene buen placer”.
Por cierto, si ya se aburrió de usar cubre bocas, le digo que un integrante del sector salud me confirmó que tendremos que usar por otros dos o tres años más la mascarilla, la razón: una pandemia tarda hasta un lustro, a esto se le suma la negativa de vacunarse de los chiapanecos, esto generará que tengamos más rebrotes y muertes, así que la pandemia no ha terminado.
Con información de InfoRed