En una medida que parecía mentira, pero que no lo fue, el Pentágono anunció el 14 de agosto pasado la creación de una unidad encargada de estudiar oficialmente objetos voladores no identificados (ovnis), que se enfocará en detectar posibles maniobras de espionaje lideradas por adversarios de Estados Unidos, tras informes de 144 observaciones.
Con la creación de la “célula de trabajo sobre fenómenos aéreos no identificados” aprobada el 4 de agosto y que estará a cargo de la Marina, se pretende “comprender mejor la naturaleza y origen” de estos fenómenos, dijo Susan Gough, portavoz del Departamento de Defensa, en un comunicado.
Para el ejército estadunidense los “fenómenos aéreos no identificados” no tienen nada que ver con los potenciales hombres verdes, sino con adversarios muy reales de Estados Unidos.
El gobierno estadunidense está particularmente preocupado por las capacidades de espionaje de China, a través de drones u otros medios aéreos.
Con información de Excelsior
