Jaime Juárez, Secretario Ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua (Ceagua), dijo en entrevista que los 19 sistemas de presas que hay en la entidad están apenas al 32 por ciento de su capacidad, es decir, de los 54 millones de metros cúbicos que pueden almacenar, apenas están disponibles 17, lo que vaticina una severa crisis para el campo.
“Es interesante mostrarle a la gente que estamos prácticamente concluyendo el mes de marzo y no ha caído una gota de lluvia cuando esperábamos un registro de lluvia cumulada de 7 milímetros, así que el panorama es preocupante, estamos muy por debajo de los registros históricos y con lo cual se está anunciando que este año 2024 no es nada halagüeño en términos de las lluvias esperadas, así es que tendremos que tomar providencias”, dijo el funcionario estatal.
En Morelos los más afectados por la sequía son Tlaquiltenango y Puente de Ixtla, pero el resto de los municipios forman parte de la crisis del agua.
“Hay un monitor de sequías que maneja la Comisión Nacional del Agua y que ubica a Morelos entre los estados que están siendo afectados en sus 36 municipios, principalmente Tlaquiltenango y Puente de Ixtla son los más afectados. Tenemos 22 municipios con sequía moderada y 14 en condiciones de sequía severa.
“Esto es importante que se vaya considerando porque en el caso de las sequías severas y, de acuerdo con los indicadores que maneja la Conagua, se habla de condiciones propicias para la generación y la difusión de incendios forestales, entonces esto es delicado, hay que tomar medidas, particularmente con la quema que realizan los agricultores, hay que hacerlas de una manera muy controlada y siguiendo los protocolos que están establecidos, que obligan primero para que se informe a las autoridades y segundo para mantener los cercos de control para evitar que se expandan de manera descontrolada y generen lo que hemos visto, los enormes daños por los incendios forestales”, expresó.
Esta crisis será resentida en los próximos meses por el sector agrícola de la entidad, pues se prevé que el agua no sea suficiente para la producción del campo morelense.
“Desgraciadamente no se prevén condiciones de lluvia para este año. Es un riesgo que se está corriendo ya, de hecho el pronóstico tristemente se acerca a ello, la imposibilidad de dotar de agua para riego, los temporaleros definitivamente serían los más afectados y lo que ahora se está trabajando en un esfuerzo institucional entre el Gobierno del Estado, a través de la Sedagro, algunas compañías aseguradoras y sumando en la medida de lo posible los municipios y a los propios productores para constituir un seguro por siniestralidad a consecuencia de la sequía.
“Se está buscando que las primas que puedan ser pagables por quienes resulten afectados por estas sequías se acerquen lo más posible a una compensación por los daños, pero hay que decir que siempre los seguros cubren solamente un porcentaje de los daños totales, así que tampoco es algo que pueda resolver el problema que tenemos”, comentó Jaime Juárez.
Y es que de acuerdo con las cifras oficiales, en Morelos más del 76 por ciento del agua que se bombea en el campo se desperdicia, mientras que en las ciudades las fugas provocan que la cifra sea de entre el 50 y 55 por ciento de desperdicio de agua potable.
Fotografía por Margarito Pérez Retana
