Esta semana se decidirá su destino, después de que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México le dio hasta el 15 de febrero para pagar los 500 millones de pesos que debe.
Si no se realizara el pago, la aerolínea no tendría permiso para seguir operando, y los trabajadores entrarían en huelga a partir del jueves.
La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) sugiere que podría haber una solución si la empresa consigue un inversionista o llega a un acuerdo con los acreedores. Si no fuera así, el trabajo de 600 familias estaría en peligro, incluyendo el de 76 pilotos, y se perdería la conexión con algunas ciudades de la República Mexicana.
La Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) tendrá una reunión el jueves 16 de febrero para decidir qué acciones tomar.
La compañía, que antes de la pandemia transportaba a más de 800 mil pasajeros, se ha visto afectada por la caída en el número de viajeros durante la pandemia de Covid-19, y el año pasado transportó 416 mil pasajeros, un 48% menos que en 2019.
Con información de Reforma