El funcionario mexicano de más alto rango en enfrentar cargos en Estados Unidos es acusado de haber ayudado al cártel de Joaquín «Chapo» Guzmán a introducir 53 toneladas de cocaína en el país.
La Fiscalía estadounidense acusa a García Luna de conspirar con miembros del Cártel de Sinaloa para exportar y distribuir droga en Estados Unidos entre 2001 y 2012, así como de mentir al solicitar la nacionalidad estadounidense en 2018.
Según la acusación, a partir de enero de 2001 el exfuncionario se convirtió en miembro de la conspiración del cártel, ayudándolo a evitar interferir en el tráfico de droga, informándole de operaciones policiales, deteniendo a miembros de cárteles rivales y colocando a otros funcionarios corruptos en influyentes puestos de poder. A cambio, recibió «millones de dólares», según la Fiscalía.
García Luna fue detenido el 4 de diciembre de 2019 en Dallas, Texas y se ha declarado no culpable de los cargos que podrían acarrearle una condena de entre 10 años de cárcel y cadena perpetua.
Con 54 años, durante su carrera laboral, dirigió entre 2001 y 2005 la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) encargada de luchar contra la corrupción y el crimen organizado y de 2006 a 2012 fue secretario de Seguridad Pública del gobierno del presidente Felipe Calderón, con control de la Policía Federal.
Con información de Agencias